La Madrileña (Chuche)

LA MADRILEÑA

RELATO NOVELADO

ESTE ES UN RELATO NOVELADO, PERO LAS FECHAS Y LOS PERSONAJES ALUDIDOS SON ESTRICTAMENTE HISTORICOS Y REALES. ALGUNOS DE LOS HECHOS TAMBIEN.


Cuando JUAN VILLA colocaba la albarda y la cincha a la mula, para salir de viaje, casi siempre se acordaba de su abuelo RAIMUNDO. Este le contaba la misma historia una y otra vez. Años atrás, siendo JUAN niño, le acompañaba a la feria a MANSILLA, desde RELIEGOS, donde el abuelo residía, e iba de vez en cuando, y en el camino le narraba como se había enrolado en un batallón de voluntarios de LEON para luchar contra las tropas francesas de NAPOLEON.

En una escaramuza por la toma de MANSILLA la mañana del 29 de diciembre de 1808 su abuelo estaba apostado con su batallón en la orilla norte del puente sobre el rio ESLA. Cuando aparecieron las tropas francesas a caballo, después de rebasar las líneas españolas y las barricadas de la calle principal, el 22 Regimiento de cazadores a caballo del general FRANCESCHI cargo, a través del puente, contra los voluntarios. El abuelo, muy nervioso, apunto y disparo.

Y mato, pero mato al caballo del francés, mientras recargaba el fusil otro francés le asesto un sablazo en su pierna derecha que le obligo a un reposo de 6 meses y una cojera para toda la vida. Desde entonces en RELIEGOS, siempre fue “MATACABALLOS”, y JUAN, cada vez que iba al pueblo, siempre fue el nieto de “MATACABALLOS”.

PIO VILLA era el padre de JUAN, había nacido en RELIEGOS en 1790, RAIMUNDO y ANA FRANCISCO, sus padres, vivían allí, pero nunca le gustó el apodo de “el hijo de MATACABALLOS”. En julio de 1809, recién recuperado su padre, se caso en LA ALDEA DEL PUENTE con MARIA MARAÑA y se fueron a vivir a VILLALQUITE donde ella había heredado una casita de FROILAN, su padre. Atrás dejo RELIEGOS, las tierras, los tomates y el apodo.

En VILLALQUITE criaron a todos. JUAN fue el más pequeño, salió con los ojos vivarachos y el pelo rubio. Revoltoso e inquieto se caso joven con JUANA SALAS, de VILLAMARCO. Ella tenía los ojos marrones y el pelo color azabache. La vio por primera vez en la era de SAHELICES, en la fiesta del CORPUS, y le volvió loco. El padre de JUANA, JOSE SALAS, era de SAHELICES y le gustaba ir con frecuencia a su pueblo. Vivía en VILLAMARCO porque su mujer JOSEFA GUTIERREZ, cuando se caso, no quiso separarse de su Madre.

Ahora JUAN preparaba la mula para llevar a su hija BERNARDA a VILLAMARCO, para coger el tren correo. Se iba a MADRID a servir en casa de unos mesoneros “de posibles”. Ella tenía 12 años. Había nacido en VILLALQUITE en 1863, lloraba y rabiaba porque no quería ir, le sirvió de poco. La miseria y la escasez rondaban la casa de JUAN VILLA, muchas hijas y solo un hijo.

La mayor era JOSEFA nacida en 1854, le seguían CATALINA, 1856, FROILANA, la preferida de BERNARDA, 1858, IGNACIA, 1859, MARIA ENCARNACION, 1861, BERNARDA, 1863, un chicarrón, VICENTE, 1865, y por ultimo MARIA ANTONIA, 1870, pocos brazos fuertes para las labores del campo.

JUAN comenzó apalabrando matrimonios con CATALINA. FRANCISCO SANDOVAL, de SANTASMARTAS, de 19 años, le pareció un buen partido. El 6 de febrero de 1875 se casaron en VILLALQUITE. BERNARDA volvió momentáneamente de MADRID en febrero de 1876, para la boda de su hermana FROILANA. Esta vez el escogido por su padre era de SAHELICES. Se llamaba SANTOS VALBUENA, era labrador y tenía 38 años, 20 más que FROILANA. El 10 de febrero de 1876 D. PEDRO SANJURJO, párroco de VILLALQUITE, unía en matrimonio a FROILANA y SANTOS. Fue el segundo y último matrimonio que JUAN VILLA acordó. En otoño de 1878 contrajo neumonía y en primavera de 1879 murió.

BERNARDA volvió definitivamente de MADRID para el entierro de su padre. Durante casi tres años vivió a caballo entre VILLALQUITE y SAHELICES, ayudando tanto a su madre como a su hermana, que había sido madre de una niña, JUSTINA. SANTOS VALBUENA era hijo de ALONSO y MARGARITA REYERO, había nacido en SAHELICES el29 de octubre de 1838 porque a su madre no le gusto nunca ni VALDEPOLO, de donde eran los padres de SANTOS, ni sus suegros. A MARGARITA, la hija de SANTIAGO REYERO e ISIDORA PUENTE, siempre le agrado vivir en la casa de sus padres, soleada, cerca de la fuente y con la fragua enfrente. Aquel trajín de vacas, herraduras, potro y alguna que otra caballería le parecía entretenido. Le gustaba despertarse con el martilleo del herrero en el yunque.

Tres años “FUENTERREY” para arriba y para abajo. Muchos paseos y muchos ojos. Los de JUAN NICOLAS GALLEGO eran claros y limpios, de color turquesa, con la mirada tierna y un poco cejijunto. BERNARDA no lo dudo, aquellos eran para ella, y solo para ella. El 18 de febrero de 1882, JUAN con 24 y BERNARDA con 18, se casaron en la iglesia de VILLALQUITE, ante D. PEDRO. El era tejedor. El oficio se lo enseño su padre, MANUEL NICOLAS, un “bravo” que se había casado de segundas nupcias, con más de 50 años, en 1856, con la hermana de su nuera, treinta años más joven. Se llamaba FRANCISCA GALLEGO, era del BURGO RANERO y en 14 años de matrimonio, ella murió en 1870, tuvieron tres hijos: JUAN, SEBASTIAN, y MARIA SANTOS.

BERNARDA se adapto como pudo a su nueva vida, el pueblo ya lo conocía. Organizo aquella casita de planta semibaja y panera diminuta en la calle de la iglesia, a un tiro de piedra de la” plaza de los jatos” y al lado de la casa de JUAN DE PRADO. Una casita que años más tarde heredaría “TIO MELCHOR”, por parte de su suegra, MARIA SANTOS NICOLAS GALLEGO, madre de CRISTINA PINTO NICOLAS. JUAN siempre trato a dos con mucho cariño en su vida. La primera, por ser más antigua, era su telar. Lo había heredado de su padre y le había acompañado toda su vida, muchas horas y soledades juntos. Hasta que apareció BERNARDA. El segundo de sus amores fue la de VILLALQUITE, con los años llego a amarla tan profundamente que muchas veces pensó que hasta su telar no hacia buena tela porque estaba celoso. ELLA siempre le quiso pero nunca le amo. Llego a pensar que estaba incapacitada para ello. Con los años aquella forma de querer y gracias al trato de JUAN, se fue convirtiendo en una maraña de cariño y dulzura, respeto y ternura que acabaron por envolverla y atraparla.

BERNARDA siempre se comporto fría y distante, un poco altiva, pero en su fuero interno estaba atrapada en aquel matrimonio. El orgullo y la raza los trajo de VILLALQUITE y ese mirar por encima del hombro y los trapicheos los adquirió en los años de servicio en MADRID. Con estos aparejos y el permiso de JUAN en 1885 abrió, en su casa, una pequeña cantina donde servia vino bautizado, arenques y chicharros en salazón a parroquianos y realeros de burros camino de VILLACINTOR Y VILLAMARTIN. Fue por entonces cuando algún “cuentachascarrillos” le apodo “LA MADRILEÑA” y ella le contesto con un refrán que aun hoy día se emplea en SAHELICES: “QUIEN NO ROBA O JODE ES PORQUE NO PUEDE O NO TIENE DONDE”. Las cosas marchaban bien, JUAN en su telar fabricaba alforjas y cobertores que BERNARDA se encargaba de mercadear con los “burreros”. La cantina vendía bien y su hermana FROILANA era madre de dos preciosas niñas: JUSTINA, nacida en 1879, y CATALINA, nacida en 1882. Pero “la rueda de la fortuna” giro y trajo malas nuevas. En setiembre de 1886 murió su cuñado, SANTOS VALBUENA, su mujer, FROILANA, ordeno se dijeran por su alma 45 misas de a 5 reales de limosna cada una y compro 13 libras y media de cera para la iglesia. La necesidad apremiaba y el luto no llego a un año, en julio de 1887 FROILANA, viuda de 29 años y dos hijas, se casaba en SAHELICES con MARIANO GARCIA SALAS, natural de QUINTANAS DE RUEDA, de 26 años y labrador, ante D. LORENZO SANDOVAL.

BERNARDA se alegro por su hermana. Fueron casi 12 años de vino y rosas. Ella amplio el negocio, cerámicas, botijos, cazuelas de PERERUELA, orzas que le llegaban a través de los “burreros” y ella revendía a vecinos y aledaños. Aprovecho la racha y con aquellos buenos reales compro varios solares y algún huerto y sobre todo ayudo a su hermana, madre por tercera vez en 1892, ISIDORO, y por cuarta, 1894, PEDRO GARCIA VILLA.

1896 llego negro. Oscuro y doloroso. El 1 de enero a las 4 de la tarde, habiendo testado a favor de sus 4 hijos: JUSTINA, CATALINA, ISIDORO Y PEDRO y recibidos los últimos sacramentos, murió FROILANA. LA MADRILEÑA se encontró con 4 sobrinos a medio criar y un dolor mezclado con locura que le seco el corazón y le emponzoño el alma. Pocas veces se le volvió a ver sonreír, el rictus de su cara se torno tétrico y patético. Año nuevo amaneció vieja. Su hermana siempre fue muy piadosa por eso ordeno asistiera a su entierro la “COFRADIA DE SAN ANTONIO ABAD” DE VILLALQUITE, de la que era hermana y dijeran por su alma varias misas. MARIANO, su marido, y BERNARDA se encargaron se cumpliera. El día 5 de enero hubiera cumplido 38 años.

JUAN no supo como consolar a su mujer, actuó como padre, marido, hermano y a veces de tabernero pero eso no impidió que se le avinagrara el carácter. Se volvió oscura y malhumorada, la piel se le ajo, de repente, y el pelo se torno plateado y grisáceo. En setiembre recibió una pequeña alegría. El día 7 se caso JUSTINA, con 18 años se unió con RAFAEL DE PRADO, hijo de MIGUEL DE PRADO Y MONICA VALBUENA. Ni siquiera este día se quito las sayas negras. Los años fueron pasando con más pena que gloria, claros y oscuros que fueron mitigando el dolor, el tiempo fue cicatrizando la herida y la taberna y los sobrinos ocupando los meses. En 1903 MARIANO, su cuñado, se caso “de segundas” con GREGORIA DIEZ, viuda de ANGEL MIGUELEZ. A raíz de un achaque de salud en torno a 1908 quedo cansada y gastada. Decidió traer algo de ayuda y al año siguiente ajusto como sirvienta a una “pupila hospiciana”, como la llamo D. LORENZO LOPEZ, años mas tarde. Se llamaba LUCIA.

CATALINA decidió casarse en abril porque le gustaba la primavera. En 1910 lo hizo con JUAN NICOLAS SAMPEDRO, nacido en la ALDEA, pero residente en SAHELICES, era hijo del segundo matrimonio de VICENTE NICOLAS CASTELLANOS y primero de MANUELA SAMPEDRO. De VICENTE heredo el apodo “tío restralla” y de MANUELA las tierras de su padre APOLINAR en VILLALQUITE. A BERNARDA le gusto aquel matrimonio, ella lo preparo, para lo que no la preparo fue para soportar una vida tan dura como el pedernal. Con cuatro años perdió a su padre, con catorce a su madre, en el camino tuvo que enterrar a seis de sus siete hijos y con 54 años se canso de vivir y murió de puro dolor. En octubre de 1915 le toco el turno a su cuñado MARIANO, a la sazón casado en segundo matrimonio con GREGORIA DIEZ en 1903 y muerta en 1908. Una hernia inguinal, a la que no quiso dar más importancia, se le estrangulo y acabo con su vida. LA MADRILEÑA se quedo definitivamente sola, a excepción de JUAN su marido. Los años iban pasando al son de los entierros de los hijos de CATALINA. Demasiado dolor y poco corazón para soportarlo, se desentendió de todo. La cantina quedo en manos de LUCIA, los sobrinos ISIDORO Y PEDRO andaban “asilvestrados”, JUAN en su telar y velando por ella en la oscuridad, a su sombra, como si no existiera, invisible y silencioso. Y ella en otro mundo, ausente, ida. En algún lugar de aquella travesía había perdido la razón de su existencia, tanta desdicha se la llevo.

La primera vez que LUCIA se fijo en CRESCENCIANO, SIANO para ella, fue a los pocos años de llegar a SAHELICES, al servirle a él y a ISAAC MALAGON un jarro de vino, se cruzaron la mirada. Algo perenne quedo grabado en el interior de ambos, salto la chispa que prendió el fuego interior. Desde aquel día la sonrisa franca y noble de SIANO bastaba para que la cara de LUCIA se iluminara como las mañanas de mayo. El había nacido en la calle de la fragua, en la casa que fue de su padre, TOMAS GONZALEZ, en 1896, pero ahora vivía en la calle de la iglesia en la casa de su tío abuelo MATEO PEREZ, que su padre había comprado poco antes de morir, en 1914. A un paso y medio de LUCIA.

BERNARDA comenzó a sentirse mal a mediados de febrero, tenía diarreas que iban y venían. A finales mando a su sobrino mayor, ISIDORO, a MANSILLA a la botica de D. BLAS por algún remedio, el no quiso ir dijo que andaba muy ocupado con los primeros partos de unas “borregas” que había comprado en VILLAMARCO. Le pesaría. A principios de marzo aquel vientre suyo que no había querido llenarla de maternidad se le vació por completo y dejo de admitir alimento alguno. El día 23 hizo testamento simple ante varios testigos porque vio que aquello era el final. Lego las tierras de VILLALQUITE, heredadas de su padre JUAN VILLA, a su hermano VICENTE, las de SAHELICES a su esposo JUAN NICOLAS, a los sobrinos, a algunos, excluyo a ISIDORO y a PEDRO, varios solares y a LUCIA un huerto en el VALLEJUELO, por los servicios prestados en estos ocho años. Por ello durante los años posteriores ISIDORO siempre dijo que “los padresnuestros” para su tía LA MADRILEÑA se los mandaba al cielo con “el ramao”. El día 25 D. LORENZO LOPEZ le administro la extremaunción y el viatico, se confesó y comulgo. Al día siguiente descanso eternamente. LA MADRILEÑA murió el 26 de marzo de 1918. BERNARDA VILLA SALAS falleció de “enteritis infecciosa” a los 54 años en SAHELICES DEL PAYUELO.

Aquel día fue el más funesto de su vida para JUAN. Una primavera temprana y madrugadora azotaba la tarde con “zarapicos” de agua y más agua mezclada con bofetadas de aire frio, helado. En el cementerio ni vio, ni oyó, ni atendió. El dolor, la usencia y la soledad le mordían los restos de su alma. Camino de casa se mojo, se caló, por fuera. Por dentro quedo seco, vacio, temblando como una frágil “gamoneta” en otoño con los primeros temporales. Decidió morirse. Doy fe que lo consiguió. Le costó cinco noches eternas y mil soledades, cada vez que la esperanza y la ilusión pretendían abrirse camino en su interior el las ahogaba, no quería dejarlas crecer, un día sin su BERNARDA no tenía sentido. Al sexto día lo consiguió, ya no tuvo que luchar. D. LORENZO volvió a aquella casa para darle su último adiós. “Vete en paz” le dijo. JUAN cerró los ojos, mientras le administraba la comunión, tenía prisa por reunirse con ELLA. El amanecer de rosáceos dedos le preparo una cuna para el viaje definitivo, en ella se recostó y se durmió. Por toda la eternidad. JUAN NICOLAS GALLEGO falleció el día 2 de abril de 1918 a las siete de la mañana de pleuroneumonía, con 61 años. Justo una semana después que LA MADRILEÑA.

Ambos, JUAN y BERNARDA, reposan y se funden en abrazo infinito, convirtiéndose en materia, arcilla y tierra para que “EL CREADOR” siga elaborando ciudadanos para este mundo. Durante lustros alimentaron un rosal silvestre en la esquina norte de la entrada del cementerio y más tarde un sauco que dos parroquianos plantaron el día del entierro de la “tía JOSEFA DE PRADO”, en torno al año 49.

Unos días después de morir JUAN, D. LORENZO escribió una carta a un colega suyo en el seminario de LEON para buscarle una ocupación mas “decorosa” a aquella “pupila hospiciana”, LUCIA, como la llamo. Lo que no sabía el vicario era que ni era ya “pupila” ni “hospiciana”. La habían traído a este mundo el día 18 de febrero de 1897 en CASASOLA DE RUEDA. Su madre se llamaba RAMONA DE FRESNO y era madre viuda, su marido había muerto cinco años atrás con 26 años, por eso LUCIA heredo el apellido de su madre DE FRESNO. Azares de la vida y una tía abuela, JOSEFA DE FRESNO, casada en VILLAMONDRIN con MODESTO PANIAGUA, habían logrado que terminara sirviendo en SAHELICES.

No hizo falta que llegaran los calores del verano para que LUCIA y SIANO se abrasaran de pasión y desenfreno. Se buscaban a todas horas, y se entrelazaban en abrazo pasional, como lobos en celo, furtivamente, en cualquier rincón, a cualquier hora, lejos de las miradas, en silencio, lejos de los oídos. Florecieron con las mimosas y las amapolas, retozaron en praderas y se alimentaron uno del otro. La cantina vivía su “flor de otoño”, los tiempos del ajetreo y mercadeo habían muerto con la dueña, languidecía mortecinamente apagándose de día en día, descuidada, semiabandonada, sin vino recio y chicharros rancios.

Aquello fue lo más parecido a SODOMA Y GOMORRA que D. LORENZO había visto, por eso escribió a su colega. Lo tolero durante un tiempo y cuando quiso ponerle remedio la naturaleza le gano por la mano. Ni los consejos de su madre, RAMONA DE PRADO, incluso de amanecida cuando volvía a casa, hicieron cambiar de opinión a SIANO. En marzo de 1920 LUCIA le dijo a su amado que la vida estaba germinando en su interior, el no se dio por enterado, le peso toda su vida, y pensó que aquella historia estaba acabada, sin más. LUCIA lloro y sufrió sin consuelo hasta que se dio cuenta que la hora del esplendor en la hierba y la gloria en las flores, como dijo el poeta, había pasado. A la entrada del verano vendió la huerta heredada en el VALLEJUELO a VALENTIN YUGEROS, que andaba buscando un solar donde edificar su casa. Con los calores y las reclamaciones de la familia NICOLAS, herederos de la casa de JUAN, LUCIA cerró la cantina. Aun le pillo el otoño y el parto en SAHELICES. Una niña preciosa nació, sin padre, en octubre de 1920, la llamaron RAMONA DE FRESNO. Pero esa, esa es otra historia.

CHUCHE Feb 2011


LOS PUEBLOS QUE OLVIDAN SU HISTORIA ESTAN CONDENADOS A REPETIRLA”
SIR WALTER SCCOT.

EPILOGO. ……PORQUE LAS ESTIRPES CONDENADAS A CIEN AÑOS DE SOLEDAD NO TENIAN UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD SOBRE LA TIERRA.
GABRIEL GARCIA MARQUEZ “CIEN AÑOS DE SOLEDAD”


ARBOLES GENEALOGICOS

Familia VILLA
RAIMUNDO VILLA & ANA FRANCISCO

Padres de;

PIO VILLA & MARIA MARAÑA

Padres de;

JUAN VILLA & JUANA SALAS

Padres de ;

JOSEFA

CATALINA

FROILANA &1 SANTOS VALBUENA
hijas;
JUSTINA & RAFAEL DE PRADO

CATALINA & JUAN NICOLAS SAMPEDRO

&2 MARIANO GARCIA SALAS
Hijos ;
ISIDORO & BASILIA SANTAMARTA

PEDRO & ROGELIA

IGNACIA

MARIA ENCARNACION

BERNARDA & JUAN NICOLAS GALLEGO

VICENTE

MARIA ANTONIA



Familia NICOLAS
BALTASAR NICOLAS & MARIA GARCIA

Valduvieco Santa Olaja de Eslonza

Padres de

MANUEL NICOLAS 1& ISABEL CASTELLANOS

Hijos: JUSTO & ANTONIA GALLEGO

Hijos: VALERIANO & PETRA OLMO ESTEBANEZ

Hijos: OBDULIA & GREGORIO GARCIA

&2 FRANCISCA GALLEGO
Hijos:

JUAN & BERNARDA VILLA

SEBASTIAN & PASCUALA DIEZ

MARIA SANTOS & ISIDRO PINTO

Hijos:

CRISTINA PINTO NICOLAS & MELCHOR GONZALEZ





CHUCHE Feb 2011

Bonita mezcla de realismo, leyenda, fantasía y sueños.
Contaste con el drama de la época, esas enfermedades que hoy con una buena dosis de antibiótico quedarían derrotadas y la importancia de aquellos matrimonios apalabrados, buscando el mejor partido.
Has conseguido dar forma al destino de los descendientes. Logrando hacer un buen relato mientras nacen y mueren los familiares de La Madrileña.

Enhorabuena Chus
P.D. Un abrazo